domingo, 5 de septiembre de 2010

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los acontesimientos que marcan el inicio de la edad adulta

primero que anda algo que se refleja luego luego son los cambios fisicos en la persona el dejar de ser un niño pasar a ser un adolescente terminar esta etapa para empezar la adultez tempranan y despúes la adultez como tal.
http://www.youtube.com/watch?v=GMpPpISh73w

Una forma de pensamiento adulto es el que algunos teóricos han denominado pensamiento dialéctico, en el cual, cada idea o tesis implica su idea opuesta o antítesis. El pensamiento dialéctico consiste en la capacidad de considerar puntos de vista opuestos en forma simultánea, aceptando la existencia de contradicciones. Este tipo de pensamiento permite la integración entre las creencias y experiencias con las inconsistencias y contradicciones descubiertas, favoreciendo así la evolución de nuevos puntos de vista, los cuales necesitan ser actualizados constantemente. El pensador dialéctico posee conocimientos y valores, y se compromete con ellos, pero reconoce que éstos cambiarán, ya que la premisa unificadora del pensamiento dialéctico es que la única verdad universal es el cambio mismo.




Los adultos que alcanzan el pensamiento dialéctico se caracterizan porque son más sensibles a las contradicciones, aprecian más las opiniones contrarias y que han aprendido a vivir con ellas. (F. Phillips Rice, 1997, págs.533-534).



Otros teóricos se han referido a este mismo período, como el del pensamiento posformal, una etapa que va más allá de las operaciones formales planteadas por Piaget. Este pensamiento posformal tiene tres elementos básicos: relativismo, contradicción y síntesis. El adulto que alcanza el pensamiento posformal es capaz de sintetizar pensamientos contradictorios, emociones y experiencias dentro de un contexto más amplio. No necesita elegir entre alternativas porque es capaz de integrarlas.(Hoffman, 1996. Pág. 123).



Shaie plantea un modelo de desarrollo cognitivo donde identifica cinco etapas por las que pasa la gente para adquirir conocimiento, luego lo aplica a su vida. Este modelo incluye las siguientes etapas: etapa de adquisición (de la infancia a la adolescencia), etapa de logro (desde el final de la adolescencia a los 30 años), etapa de responsabilidad (final de los 30 hasta inicio de los 60), etapa ejecutiva (también tiene lugar durante los 30 a 40 años), etapa reintegrativa (vejez). Según el modelo de Shaie el adulto joven se encuentra en las etapas de logro, de responsabilidad y ejecutiva.







•Etapa de logro: el individuo reconoce la necesidad de aplicar el conocimiento adquirido durante la etapa anterior para alcanzar metas a largo plazo.

•Etapa de responsabilidad: el individuo utiliza sus capacidades cognitivas en el cuidado de su familia, personas de su trabajo y comunidad.

•Etapa ejecutiva: desarrollan la habilidad de aplicar el conocimiento complejo en distintos niveles, por ejemplo: Instituciones Académicas, Iglesia, Gobierno, entre otras.
En la adultez joven la fuerza, la energía y la resistencia se hallan en su mejor momento. El máximo desarrollo muscular se alcanza alrededor de los 25 a 30 años, luego se produce una pérdida gradual. Los sentidos alcanzan su mayor desarrollo: la agudeza visual es máxima a los 20 años, decayendo alrededor de los 40 años por propensión a la presbicia; la pérdida gradual de la capacidad auditiva empieza antes de los 25 años; el gusto, el olfato y la sensibilidad al dolor y al calor comienza a disminuir cerca de los 45 años (Rice, 1997). En esta etapa también se produce el nacimiento de los hijos, ya que tanto hombres como mujeres se encuentran en su punto máximo de fertilidad (Papalia, 1997).




Los adultos jóvenes se enferman con menos facilidad que los niños, y si sucede, lo superan rápidamente. Los motivos de hospitalización son los partos, los accidentes y enfermedades de los aparatos genitourinarios. En esta etapa la causa principal de muerte son los accidentes, luego el cáncer, enfermedades del corazón, el suicidio y el Sida.



Existen siete hábitos básicos importantes relacionados directamente con la salud: desayunar, comer a horas regulares, comer moderadamente, hacer ejercicio, dormir 7 u 8 horas en la noche, no fumar y beber moderadamente (Rice, 1997).



En esta etapa la dieta es muy importante, ya que "lo que las personas comen determina su apariencia física, como se sienten y, probablemente, que enfermedades pueden sufrir" (Rice, 1997, p.448). La pérdida de peso y el sobrepeso están relacionados con muertes por enfermedades coronarias, a su vez, el colesterol produce estrechamiento de vasos sanguíneos lo que pude producir un paro cardíaco.



La actividad física ayuda en el mantenimiento del peso, tonificación de los músculos, fortalecimiento del corazón y pulmones, protege contra ataques cardíacos, cáncer y osteoporosis, alivia ansiedad y depresión. El fumar y el beber en exceso están estrechamente relacionados con problemas de tipo cardíacos, gastrointestinales y cáncer. "El abuso de alcohol es la principal causa de los accidentes automovilísticos fatales"(Rice,1997,p.451).



La salud puede verse influenciada por diversos factores como son: los factores socioeconómicos, la educación y el género

la transicion de la edad adulta

La Transición hacia la edad adulta es una etapa crítica del desarrollo durante la

cual los jóvenes dejan la niñez atrás y toman nuevos papeles y responsabilidades. Es un
periodo de transiciones sociales, psicológicas, económicas y biológicas, y para muchos
jóvenes implica retos emocionales exigentes y elecciones importantes. En mayor grado,
la naturaleza y la calidad de las vidas futuras de los jóvenes dependen del éxito que
tengan en la negociación a través de este periodo crítico. Sin embargo, en muchos países
en desarrollo, es una etapa de la vida que apenas recientemente ha comenzado a recibir
atención más enfocada.
La psicología del desarrollo necesita actualizar constantemente sus planteamientos a la luz de los cambios culturales que se suceden y de la mejor comprensión global del propio desarrollo humano. La edad adulta, una de las etapas más amplias del ciclo vital, es un interesante área de estudio que demanda una mayor dedicación por parte de los investigadores. Se sabe que el inicio de la edad adulta viene determinado no tanto por la edad cronológica sino por los acontecimientos sociales y los retos a los que se enfrentan los jóvenes en la década de los 20 años: finalización de los estudios, primer empleo, vida en pareja, matrimonio, paternidad, tareas de desarrollo que implican por parte del individuo alto grado de independencia y responsabilidad.


Pero en las sociedades avanzadas el reloj social parece que se está retrasando: ciertas tareas, normas y expectativas consideradas adecuadas para una determinada edad se realizan de manera más imprecisa, a distintos ritmos según los grupos sociales implicados: mayor formación, nuevas formas de convivencia, retraso en la maternidad, movilidad social, cambios de los valores, etc. Entre los 20 y los 30 años muchos jóvenes adquieren el estatus de edad adulto al mismo tiempo que persiste la dependencia personal, familiar, económica. En la adultez emergente, entre los 18 y los 25 años grupos de jóvenes coetáneos se siente de manera diferente respecto al estatus de edad: unos se sienten aún adolescentes, otros adultos, unos terceros ni una cosa ni otra. Es esta una etapa de alta satisfacción y conformidad consigo mismo. Así se explica que en la transición a la edad adulta temprana las variables de carácter relacionadas con la madurez psicológica tienen tanta importancia como los acontecimientos sociales normativos.
La madurez en la edad adultez emergente




Inicialmente el concepto de sujeto “adulto” hace referencia a la dimensión biológica, donde adulto y maduro biológico son conceptos equiparable: se refieren a un individuo que ha terminado de crecer o de desarrollarse. Principalmente la madurez biológica haría referencia a la plenitud de las capacidades físicas y a la capacidad de procrear. En cambio desde un punto de vista psicológico la madurez implica la plenitud de las funciones intelectuales y afectivas, que a su vez están encaminadas a la procreación (en sentido amplio del término: procreación biológica, laboral, social). La madurez biológica no coincide con madurez psicológica en las sociedades avanzadas.

En la infancia y la adolescencia los sujetos normales son en parte maduros y en parte inmaduros. La madurez psicológica representa en cada momento la capacidad aprender, adaptarse al medio y de resolver con éxito las tareas del desarrollo. En la edad adulta cabe esperar que el individuo haya alcanzado el máximo de competencias psicológicas para la adaptación al medio, para la convivencia, para ser productivo y disfrutar de una vida plena.

Tanto durante la adultez emergente y como en la adultez temprana se produce una evidente desfase entre la madurez biológica y la dependencia familiar, entre la capacidad subjetiva y los deseos de independencia y la demora en la asunción de responsabilidades. El joven se siente en un momento de plenitud vital, autónomo para tomar decisiones sobre lo que hace, piensa, con quién está y cómo quiere orientar su vida laboral. La autonomía personal está limitada en tanto en cuanto no tiene recursos ni medios para vivir de forma independiente de sus padres. Aunque este no siempre es el problema principal, pues sus padres pueden ceder de sus ventajas para que el hijo se sienta a gusto en la “cohabitación” y sin presionarle para que tome decisiones de independencia que pueden hacer daño a ambas partes.

Torres y Zacarés (2004) destacan con razón que en la adultez emergente la madurez psicológica no se basa en criterios psicosociales más o menos normativos sino en otros criterios marcadores de inicio de la adultez: 1) Finalización de la madurez biológica; 2) mayoría de edad legal y derecho al voto; 3) comportamientos de cierta independencia como la obtención del carnet de conducir, poseer un coche propio, viajar o pasar vacaciones con amigos aparte de la familia; 4) criterios psicológicos o cualidades de carácter (Arnett, 1998) que son subjetivos e individuales pero que contribuyen al “sentirse adulto” en ausencia de otros factores y roles sociales asociados directamente con la adultez .

Según K. Schaie y S. Willis “la madurez psicológica de la adultez es función de la habilidad del individuo para equilibrar dos necesidades opuestas”: La independencia y la intimidad (Schaie y Willis, 2003, pág. 41). La independencia ( personal, económica, afectiva) está asociada a los nuevos roles que caracterizan la adultez temprana: separarse de los padres, obtención de empleo, la vivienda propia, el matrimonio, la paternidad, lo cual conlleva la adquisición de altas tasas de responsabilidad y compromisos personales y sociales. En este caso de la intimidad también aparece una cierta paradoja entre el deseo de relaciones afectivas íntimas y el miedo a perder la tan buscada independencia a causa de una relación con compromisos. Transitoriamente el joven resuelve esta contradicción independizándose subjetivamente de sus padres, evitando el compromiso expreso con su pareja y compaginando su relación de pareja con las relaciones de amistad más amplias, aún muy importantes para él.

edad adulta

Etapas del desarrollo según Ericsson




La primera etapa del desarrollo de Ericsson es confianza vs. desconfianza esta etapa es desde el nacimiento hasta los 12-18 meses, el niño debe sentir la esperanza (esta es precursora de la confianza) que el mundo es un lugar bueno y seguro y adquirir confianza por que sino de adulto será una persona insegura.



La segunda etapa es autonomía vs. vergüenza y duda y es de los 12-18 meses a los 3 años. El niño que recibe la atención apropiada por parte de sus padres en esta etapa adquiere control en si mismo y se siente orgulloso de sus pequeños logros en vez de sentirse avergonzado. Autonomía en este caso no se refiere a un absoluto control de su voluntad pero al menos los niños que superan esta etapa con éxito son más independientes, tienen iniciativa propia y desarrollan su voluntad en cuanto a lo que quieren y no quieren hacer. Esta es la etapa normal de los berrinches y llantos cuando sus padres no pueden complacerlos y dejarlos hacer su voluntad. Un ejemplo de como un niño puede desarrollar autonomía a esta edad es permitiéndole que escoja los zapatos que quiere usar, elegir el color de su camisa o cual tipo de galletitas quiere comer. Si al niño en esta edad no se le dan alternativas sobre mínimas cosas que el puede decidir el niño se frustra y se siente avergonzado y su carácter y voluntad propias no se desarrollan adecuadamente.



La tercera etapa es iniciativa vs. Es de los 3 a los 6 años de edad. Erikson llama esta etapa “la edad del juego”. Durante esta etapa el niño aprende a compartir con otros, desarrolla su imaginación y su fantasía al jugar. Aprende a seguir las reglas de los juegos y a tomar el liderazgo cuando juega con otros. Si el niño es frustrado o restringido en sus juegos y actividades durante esta etapa de juego, se siente culpable y se vuelve temeroso e incapaz de tomar la iniciativa, se vuelve dependiente de sus padres y no desarrolla su imaginación y creatividad a través de las fantasías normales que tienen los niños a esta edad.



La cuarta etapa es la de competencia vs. Inferioridad es de los seis años a la pubertad. En esta etapa el niño aprende lo básico de la vida que necesita para llegar a ser un adulto funcional y competente. De acuerdo a Erikson aquí es donde el niño comienza su relación con sus amigos y sigue las normas sociales propias de esta edad. En esta etapa también aprende a como seguir las reglas de los juegos y puede jugar en equipo y practicar deportes que contengan reglas definidas. En esta etapa el niño entiende que debe aprender ciertos conocimientos académicos tales como estudios sociales, desarrolla sus habilidades cognitivas para aprender aritmética y las reglas de ortografía y gramática y se interesa por la lectura. A esta edad comprende que hacer la tarea es su responsabilidad y desarrolla auto disciplina la cual lo ayuda a comportarse bien en la escuela, a ser mas sociable con sus amigos y en su hogar y acatar las reglas impuestas por sus padres las cuales aplica en cada uno de los ambientes en los cuales se desenvuelve a esta edad. Si el niño no superó con éxito las etapas anteriores, al llegar a esta etapa se siente dudoso acerca de su futuro y se le forman complejos de inferioridad y se llena de culpa y de vergüenza por no poder adaptarse socialmente y actuar como los niños de su edad.







La quinta etapa es identidad vs. confusión de identidad y es de la pubertad a la adultez temprana. Durante la quinta etapa del desarrollo psico-social el niño se ha convertido en un adolescente de trece o catorce años y esta etapa continua hasta los veinte años de edad. Si el adolescente a esta edad ha superado las otras etapas sin frustraciones de ningún tipo el aprende a contestarse a si mismo satisfactoriamente quien es él o ella como individuo. Sin embargo aún los adolescentes mas maduros experimentan cierta confusión sobre su identidad, muchos adolescentes aquí se rebelen y hasta pueden incurrir en problemas menores de delincuencia por esa confusión temporal de identidad que experimentan a esta edad. Erikson cree que un adolescente maduro desarrolla su conciencia de lo que es bueno y malo para su persona y su lógica lo guía a desviarse de la delincuencia y adopta un comportamiento social adecuado. El adolescente busca guianza de las personas que los inspira y gradualmente desarrolla sus ideales para ser un adulto exitoso. En esta etapa el adolescente prueba diferentes maneras de vestir y de adaptarse a la sociedad hasta que encuentran el ambiente en el que se sienten confortables. Si el adolescente no encuentra su identidad en esta etapa se convierte en una persona que quiebra las reglas de la sociedad, o desarrollan un carácter débil y permiten que malas influencias los guíen por caminos inapropiados y pueden llegar a desarrollar un comportamiento antisocial.